En el proceso de la VPC los principales partícipes son los médicos pero no son los únicos, también hay copartícipes relevantes. El proceso requiere dirección, estructura y público. El reto no es poner la VPC en escena, lo cual podrían hacer las administraciones por ley. El reto es que tanto los médicos como las instituciones, colegios y administración/es, y la cada día más exigente sociedad civil sientan suyo el proceso. Es más, las administraciones, central y autonómicas, y la propia ciudadanía no solo deben conocer el programa de la VPC sino que lo deben sentir como propio y defenderlo con energía.
El reto a alcanzar no es otro que conseguir que los tres participantes principales, médicos, instituciones y sociedad, se sientan orgullosos de la VPC entendiéndola como un programa paradigma del win towinpara las tres partes implicadas.


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